Parece que debería caerse de pura lógica que las empresas, si les interesa funcionar -¡¡y claro que les interesa!!- y además funcionar bien, deberían tratar a los empleados como auténticos recursos, como capital humano, como un valor y pilar fundamental para el mantenimiento de la organización.
Lamentablemente, esto no siempre es así y muchas empresas siguen alimentando su estructura a través de puestos ocupados por “amiguismo”, intereses jerarquizados, desconfianza hacia el empleado, fomentando la represión, el miedo y la amenaza en el personal subordinado, ejerciendo el control absoluto desde la Dirección y prestando más atención, en definitiva, al capital económico y al incentivo profesional de las cúpulas que a la columnas que las sustentan: los talentos humanos.
Gestión del talento
Esto que decimos y que debería caerse de pura lógica se llama “gestión del talento”, y consiste en algo tan sencillamente comprensible como atraer y tratar de retener a los empleados con mayor potencial para la empresa,y cuyas cualidades y competencias se adapten más al diseño de cada puesto, proporcionando así a la empresa un valor añadido, competitivo y sin igual. Y no se trata tan sólo de seleccionar aptitudes y potenciales, sino también buenas dosis de actitud y motivación. La aptitud puede atraerse, pero actitud y motivación, además de atraerse y retenerse en la empresa, tienen que incentivarse para que no se produzca la “fuga de cerebros”. Para ello, no sólo es necesario reclutar candidatos más cualificados para cada puesto, sino también generar programas de incentivo, motivación, desarrollo personal y profesional a través de oportunidades de formación, crecimiento y ascenso en la empresa, así procesos de mejora del desempeño.
La clave es cualificación + motivación + actitud hacia el logro
Y el acceso a esta clave reside en el interés del empresario por conocer a sus empleados o futuros candidatos a una vacante, desde su currículo hasta su personalidad, y desde su personalidad hacia sus intereses, motivaciones profesionales y valores de vida, limando carencias y potenciando valores.
Para el diseño de candidatos idóneos y de equipos de trabajo eficaces dentro de una organización, puede resultar muy útil la prueba grafológica, no sólo aplicado –como se aplica ya en muchas empresas- al reclutamiento y selección de personal, sino también al estudio de motivaciones y delineación de planes de carrera adecuados para el desarrollo del capital humano, y hacer de éste el más acorde a las necesidades de la empresa.
Grafología de los tipos de talento
En términos generales, podríamos distinguir los rasgos grafológicos más característicos de los tipos básicos de talento
Talento directivo
Los rasgos de liderazgo, carisma, agilidad mental y capacidad de resistencia al estrés se traducen en una escritura firme, bien presionada en rasgos verticales, ágil y dinámica, ligada en los trazos superiores, ligeramente inclinada a la derecha con aproximación al margen, espontánea y personalizada con tendencia a las formas semiangulosas, puntuación avanzada y barras de la “t” altas.
Talento comercial o de negocio
Las habilidades comunicativas y de persuasión, el dinamismo y la inquietud por lograr objetivos a corto plazo se reflejan en una escritura personalizada dinámica, de trazado inquieto, inclinada o volcada a la derecha, extendida, ligada o cohesionada en curva o filiforme y con rasgos de apertura hacia la derecha, con aproximación también al margen.
Talento técnico
La capacidad de atención, perseverancia, precisión se dan muestra en una escritura clara, de tamaño pequeño o decreciente, concentrada, con puntuación precisa, estática y con tendencia a la verticalidad en los trazos, con perfecta ocupación, orden y organización del espacio escrito.
Talento creativo
La mente rica en ideas se desenvuelve entre rasgos estéticos, originales, vibrantes y expansivos, de tamaño grande, en definitiva, con una escritura muy personalizada con predominio de la forma frente al movimiento.
Talento innovador
El talento innovador destaca por la apertura a los cambios y a las nuevas posibilidades para obtener mejores resultados junto con la riqueza creativa, se distinguen en una escritura dinámica, espontánea, con óvalos abiertos, inquieta y vibrante, muy personalizada, con predominio de curva sobre ángulo, inclinada a la derecha y con puntuación adelantada y rasgos progresivos; en definitiva: flexibilidad + creatividad.
Nueva gestión del talento
Poseer una buena colección de talentos, de empleados cualificados, comprometidos y motivados, y fomentar ese talento para que se libere y vuele hacia la consecución del mayor valor posible, debería ser el objetivo de toda empresa consciente del valor de los recursos humanos y de lo que estos puede aportar al conjunto del talento organizativo. Y es que, como destaca la genial Pilar Jericó en su libro “La nueva gestión del talento”, hemos pasado -aunque muchas empresas no quieran ser conscientes de ello- de un concepto de trabajador tradicional, cuyo lema era “trabaja duro y ten éxito”, a un profesional con talento cuyo lema, ahora bien diferente, es “trabaja bien, disfruta con tu trabajo y supérate”.
(Extracto del libro GRAFOLOGÍA EN LA GESTIÓN DEL TALENTO», Sandra M. Cerro, Plataforma Editorial)
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Sandra Cerro
Grafóloga y Perito calígrafo
sandracerro.com
- LIBRO «GRAFOLOGÍA EN LA GESTIÓN DEL TALENTO», Sandra Mª Cerro, Plataforma Editorial: Enero 2014
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