La respuesta a la pregunta del título es sencilla: ventajas las tiene todas; desventajas ninguna.

Por todos es sabida la cantidad de tiempo, esfuerzos y dinero que les cuesta a algunas empresas llevar a cabo un proceso de selección de personal. Reclutar, solicitar los currículum, citar a los candidatos para pruebas psicológicas y entrevistas, y demás tediosos procesos pueden suponer meses de arduo e incesante trabajo.

Otras empresas, mucho más prácticas, optan por sustituir las tediosas e interminables pruebas psicológicas por una sola: la prueba grafológica. Otras pruebas psicológicas suponen meses de trabajo porque necesitan la presencia del candidato para poder realizarse. Esto lo solventa la prueba grafológica con su agilidad y practicidad, ya que no precisa que el candidato esté presente para poder realizarla, y esto ya de por sí supone una ganancia de tiempo.

Ventajas de la prueba grafológica en selección de personal.

El filtro inicial de candidaturas de unos cien candidatos puede suponer al grafólogo entre una y dos semanas de trabajo. Al finalizar el filtro, el grafólogo ya ha hecho limpieza de candidatos deshonestos, inestables, agresivos y de una larga lista de adjetivos indeseables. Además de esto, sirve en bandeja a la empresa cliente a los candidatos que más se ajustan a los requisitos que solicita para el puesto. En esta bandeja de plata se presentan sólo aquellos a los que el zapatito de Cenicienta (como ya escribí en otro artículo) se ajusta a la perfección. Agilidad y eficacia son dos de las grandes ventajas de esta prueba ¿Quién podría ofrecer más?

Y aún queda por comentar la ventaja de oro de la grafología: es una prueba imposible de falsear, ya que la escritura es un gesto inconsciente que no se puede modificar ni simular a conciencia, por mucho que uno se esfuerce. Así que aquí, si el postulante quiere apostar por la deseabilidad social en lugar de ser él mismo, lo tiene muy pero que muy complicado.

Y si vamos un poco más allá, otra gran ventaja: la objetividad. El grafólogo suele ser un profesional externo que ni ve ni contacta con el candidato de ninguna forma, con lo cual no puede verse empañado por ningún sesgo subjetivo.

¿Cómo trabaja el grafólogo?

Cuando la empresa contrata al grafólogo debe enviarle el o los manuscritos del candidato o candidatos que postulan a un puesto concreto. Este puesto debe ir detallado fielmente por la empresa en un profesiograma en el que se indiquen los requisitos específicos que debe cumplir el candidato, sus tareas y funciones, así como las competencias genéricas y específicas que se requieren del mismo. Cuanto más detallado sea el profesiograma, mucho mejor para que el grafólogo pueda hacer una selección más pulida y afinada.

Lo primero que el grafólogo hará con los manuscritos será descartar de entre ellos a los perfiles más negativos, a aquellos que tengan características de personalidad que pueden ser problemáticas o peligrosas para la convivencia en equipo, o candidatos que puedan resultar indeseables o conflictivos en cualquier entorno, ya sea personal o profesional. Tras esta criba inicial, entre los salvados de la quema se va a ajustando el profesiograma psicológico a un profesiograma grafológico, es decir, se buscan aquellas escrituras que más encajen en el perfil profesional previamente diseñado por la empresa. De este patronaje a medida pueden salir uno o varios candidatos elegidos, y estos son los que se presentan a la empresa para que aplique en ellos otras pruebas o les pase la entrevista laboral.

Tras este trabajo del grafólogo, la empresa puede quedar tranquila de que ya se ha descartado a un montón de candidatos con los que ya no tiene que perder el tiempo, ni el esfuerzo ni el dinero. Solamente va a dedicar su tiempo y esfuerzo a los candidatos limpios, postulantes auténticos, pulidos como diamantes y ajustados a lo que se busca y desea para cubrir el puesto.

Me gusta comparar el trabajo del grafólogo con el de un antivirus. También se asemeja mucho a la criba del plato de lentejas, para separar las limpias de las negras. Se trata de un trabajo artesanal pero muy rápido, eficaz y eficiente, ya que ahorra tres de las cosas más valiosas que poseemos: tiempo, esfuerzo y capital.

Así que, si eres una empresa y te animas a incorporar esta prueba en tus procesos de selección o simplemente probarla para ver si se ajusta a tus necesidades, puedes escribirme a sandra@sandracerro.com o a través del formulario de contacto de esta web.

Si quieres optar por formarte o formar a tu personal en las bondades de esta técnica, tenemos un curso para ti en la Universidad a distancia de Madrid (UDIMA): Experto universitario en grafología empresarial, aplicada a selección y gestión de recursos humanos RRHH, que comienza todos los años en el mes de noviembre, en modalidad totalmente online.

Te aseguro que no te arrepentirás si eliges cualquiera de las dos opciones. Además, conocerás una disciplina apasionante para el conocimiento del ser humano en todas sus facetas, una disciplina valiosa para la vida misma como ninguna otra.

Sandra Cerro – Grafóloga y perito calígrafo

Sandracerro.com

Curso Grafología RRHH UDIMA