Es tiempo de guardar distancias.
La pandemia del Coronavirus (Covid-19) nos ha obligado a tener que mantener el confinamiento en casa y la total ausencia de contacto físico con nuestros seres queridos. Vivimos privados de libertad y de todos los vínculos afectivos que, en una sociedad mediterránea y familiar como es la nuestra, son la sal de nuestra vida. Solo nos resta pensar que todo esto es solamente temporal y por un buen fin: el preservar no sólo nuestra salud y la de nuestros seres queridos, sino también la de todos nuestros conciudadanos. Hoy, nuestro mundo es aún más global si cabe y, aunque parezca una paradoja, la distancia nos une más que nunca.
«Muchas compañías han modificado sus logotipos separando las grafías»
Esta situación ha llevado, en los últimos días, a muchas marcas a unirse a la campaña The 200 challenge. Este creativo reto, impulsado por la agencia de comunicación Shackleton, que circula por redes sociales tras la etiqueta #the200challenge, pretende concienciarnos de que debemos mantener el distanciamiento social, esa distancia de 200 centímetros recomendada por las autoridades sanitarias, con el fin de evitar el contagio del Covid-19. Para ello, muchas compañías han modificado sus logotipos separando las grafías que lo componen.
Cuando lo he visto, me ha hecho mucha gracia. Me ha parecido simpático ya que también constituye un guiño a la grafología publicitaria. En esta especialidad, los grafólogos proporcionamos soporte a los diseñadores gráficos para ayudarles a transmitir el mensaje psicológico adecuado en los diseños de logos, marcas y campañas de comunicación.
«En grafología, la ligadura entre las letras de la palabra nos habla del nivel de sociabilidad y afectividad»
En Grafología, la cohesión o ligadura entre las letras de la palabra nos habla, entre otras cosas, del nivel de sociabilidad y afectividad que tiene la persona que escribe. Esto se interpreta igual en tipografías de logotipos y marcas. Cuanto más ligada es la escritura de una persona, mayor es su nivel de continuidad en los afectos y mayor es su entrega social al otro. Siempre me gusta asimilar las letras, en la escritura ligada, con personitas que se dan la mano unas a otras. Por el contrario, la escritura desligada, aquella que separa todas las letras dentro de la palabra, refleja, entre otros aspectos, el individualismo, independencia, escrúpulo y distanciamiento social de quien la realiza.
«Una distancia solitaria pero solidaria»
Y es lo que ahora toca. Distanciamiento con los demás. No porque nosotros lo elijamos, sino por razones de conciencia social. En definitiva, una distancia solitaria pero solidaria, que nos mantiene más unidos que nunca.
Las grafías de nuestro logo normalmente están unidas, pero queremos unir al reto #the200challenge, eso sí cruzando los dedos para que esta desunión, desligazón y distanciamiento no dure demasiado tiempo.
¡Mucho ánimo!
Sandra Cerro – Grafóloga y perito calígrafo
