Trabajo de investigación realizado por las alumnas de 2º Grado en Grafología -Promoción 2023- de Centro de Grafología Sandra Cerro: Ángeles Sanabria, Rosa Ballesteros, Lola Alonso, Josefa Tovar, Mari Carmen González y Lorena Carreño. Coordinado por Sandra Cerro.

Mira en lo que vas a leer tanta insignificancia como falta de pretensión, y si al terminar las desaliñadas páginas has conseguido suprimir en el reloj de la vida algunos minutos de fastidio, por cumplidos doy mis deseos de haberte hablado. (Rosario de Acuña, “El tiempo perdido”)

 

Rosario de Acuña es el clásico personaje, regalo de la Historia, que te va sorprendiendo más y más a medida que te acercas a conocerla, y vas descubriendo todos los matices de una personalidad única y original, que supo desmarcarse en una época en la que las mujeres aún permanecían agazapadas entre las sombras.

Este año 2023 conmemoramos el primer centenario de su fallecimiento y hemos querido homenajearla con nuestro humilde hacer, sumergiéndonos en el espejo de su personalidad en sus letras, a través de grafología.

Documentos autógrafos de Rosario de Acuña.

A pesar de la profusión de la obra de Rosario Acuña, son pocos los manuscritos que han llegado hasta nuestros días. Hemos rescatado algunos de ellos para este trabajo, como el manuscrito de “Amor a la patria”, que se conserva en la Biblioteca Nacional de España, el autógrafo publicado en el Álbum de Julia Asensi y un pequeño legado de cartas.

Aunque hemos examinado todos los autógrafos, para el estudio grafológico hemos seleccionado aquellos de carácter más personal cuya escritura tiene un cariz más espontáneo, y donde se deja ver mucho más y mejor la forma de ser inconsciente de la autora.

El modelo caligráfico del siglo XIX.

 

Carta de Rosario de Acuna al Vizconde de Ros

 

Era costumbre habitual en esta época, en la que la escritura era la clave para la comunicación formal e informal, que los autores adoptaran distintos modelos caligráficos, dependiendo de la finalidad, la intencionalidad de legibilidad o de a quién se dirigiera el escrito.

Esta variabilidad caligráfica no dejaba también de ser un portentoso e ingenioso alarde de creatividad, de la que muchos famosos escritores del Romanticismo, como Gustavo Adolfo Bécquer, también hicieron gala.

En los autógrafos de sus obras se respeta el rigor y la rigidez de una caligrafía elaborada, esmerada, más controlada y a la vez que adusta y distante.

En las cartas formales, como la dirigida al Vizconde de Ros, el gesto se sobrealza altanero con intención de ponerse a la altura del poder y la elegancia del aristócrata destinatario de la misiva.

Por el contrario, es en las cartas familiares donde el yo real fluye y se suelta más, descubriendo su esencia natural.

Por eso hemos focalizado más nuestro análisis grafológico de personalidad en estas últimas, las que denotan mayor intimidad y el reflejo genuino del yo auténtico.

Se han tomado en cuenta además las características propias del modelo caligráfico del siglo XIX, en el que se ubica de pleno nuestra protagonista.

Algunos rasgos singulares de la escritura en esta época era el sobrealzado, más o menos ligero, del cuerpo central y de las mayúsculas iniciales y la esmerada elaboración en las formas.

También se hace notar una inclinación de las letras en torno a los 62º, que podía acusarse más o menos dependiendo de la impulsividad y fogosidad del autor, y que estaba condicionada por el útil de escritura más común, la pluma o plumín.

Con estos matices entre las manos, ya podemos acercarnos a la vida y personalidad de una mujer que no pasó desapercibida ni entre los grandes nombres de su época, ni para la historia de la literatura y el humanismo español.

 

Biografía breve de Rosario de Acuña.

Escritora, librepensadora, masona y periodista, Rosario de Acuña fue ya considerada en su tiempo como una mujer progresista gracias a su persistente reivindicación de la igualdad social entre mujeres y hombres.

Fue una mujer adelantada a su tiempo.

Sus singulares condiciones de masona, feminista, republicana y naturalista hacen de ella una de las figuras femeninas más destacables de los siglos XIX y XX en España.  

Nació en Madrid, en la calle de Fomento. Durante su infancia y parte de juventud sufrió una grave afección ocular que la obligó a permanecer y educarse en casa.

Creció en un ambiente familiar muy ilustrado que fomentó en la escritora una personalidad culta, curiosa, sensible y con una fuerte base intelectual.

Su primer gran éxito literario fue en el año 1876, con el estreno de su primera obra de teatro, “Rienzi el tribuno”, en el Teatro del Circo de Madrid.

Con apenas 25 años recibió los aplausos y cumplidos de escritores ya consolidados como Clarín o José de Echegaray.

Contrajo matrimonio con Rafael de la Iglesia y Auset, joven teniente de Infantería, aunque la pareja duró poco, debido a las reiteradas infidelidades por parte de su esposo.

Durante las siguientes décadas, Rosario desarrolló un programa para desenmascarar la desigualad social entre mujeres y hombres con colaboraciones en “Las Dominicales del Libre Pensamiento”, además de seguir con su producción literaria.

Ese espíritu rebelde la permitió codearse con intelectuales progresistas, siendo la primera mujer a la que el Ateneo de Madrid dedicó una velada poética, en la primavera de 1884.

En las últimas décadas de su vida, Rosario buscó un refugio tranquilo junto al mar, en Gijón, sobre el acantilado de El Cervigón, donde poder seguir trabajando y disfrutando de la naturaleza.

El conocido artículo “La Jarca de la Universidad” fue responsable de su exilio de varios años en Portugal para evitar ser encarcelada. En el artículo, la escritora arremetía con vehemencia contra los estudiantes responsables del acoso sufrido por varias universitarias. Era reciente la ley que permitía el ingreso a la Universidad de las mujeres en las mismas condiciones que los hombres. 

Rosario murió en su casa de El Cervigón el 5 de mayo de 1923, y está enterrada en el Cementerio Civil de Gijón.

 

Estudio grafológico de personalidad.

 

Rosario de Acuna Amor a la Patria

Una mujer creativa y vehemente

Desde el punto de vista intelectual, Rosario de Acuña era una mujer con una mente muy lúcida. Fue una mujer con un pensamiento adelantado a su tiempo, las ideas claras y ordenadas y los objetivos bien definidos.

También era muy organizada en su vida y en su trabajo.

Se caracterizaba por ser disciplinada y podía establecer prioridades y rutinas que le ayudaran a mantenerse enfocada y productiva. Poseía además una excelente capacidad de concentración.

Desde la perspectiva de las inteligencias múltiples destacan en ella las inteligencias lingüística e interpersonal.

Es muy patente su afán comunicador que se percibe, entre otros rasgos gráficos, en la apertura de las “m” y “n”, en forma de guirnalda, en todos sus escritos.

Rosario poseía capacidad para expresarse, tanto de forma oral como escrita, en todas las esferas de la comunicación. Transmitía eficazmente y con vehemencia, sin más filtros que los impuestos por la corrección y la educación, lo que pensaba o sentía en cada momento, ya fuesen ideas, pensamientos y por supuesto también emociones. 

Su escritura refleja además el interés por mantener relaciones con otras personas, pero manteniendo siempre el control y la mesura. Muy posiblemente, este carácter sociable se vio moderado y condicionado por la época en la que le tocó vivir, siendo además una mujer. 

Su alto grado de inteligencia emocional la capacitaba para reconocer, entender y manejar las propias emociones, así como las emociones de aquéllos que la rodeaban. No obstante, tendía a valorarse un poco por encima de las otras personas y le costaba ponerse al mismo nivel que los demás.

Era una mujer dotada de una gran imaginación y creatividad. Podía generar ideas originales e innovadoras y transformarlas en creaciones.

Tenía una mentalidad abierta, un pensamiento libre y la capacidad de ver las cosas desde diferentes perspectivas y pensar fuera de los moldes establecidos, lo que le permitía desarrollar soluciones creativas ante situaciones o problemas diversos.

Una romántica idealista

Como buena romántica que era, muestra también en su escritura el idealismo y la pasión propios de aquel periodo.

Este idealismo se revela, entre otros rasgos, en unos puntos de las íes altos que parecen querer elevarse hacia el plano de lo ideal y lo inalcanzable. No en vano, fue una mujer que creía en la posibilidad de un mundo más justo y equitativo y que durante su vida estuvo comprometida con la lucha por los derechos de las mujeres y la justicia social.

Su espíritu apasionado se manifiesta en un escrito ágil y en una escritura proyectada hacia la derecha, que parece querer volcar con impaciencia sobre la hoja todos los pensamientos e ideas que bullían en la cabeza de su autora.

Sin embargo, la escritura nunca llega a descontrolarse, sino que se frena tratando de contener esa fogosidad. Esto se manifiesta en unas letras regulares, bien formadas y completas a pesar de la agilidad con la que están escritas.

De cualquier modo, no es de extrañar que las mujeres del siglo XIX intentaran dominar sus emociones, teniendo en cuenta que su papel en la sociedad quedaba relegado casi exclusivamente al de esposas, madres y amas de casa, y no estaba bien visto que expresaran sus opiniones o sentimientos, y mucho menos de manera tan abierta y vehemente.

Su curiosidad por las cosas le llevaba a observar con atención el mundo que la rodeaba y a analizar y cuestionarse todo.

Entre otros rasgos gráficos, sus palabras decrecientes dan fe de su notable capacidad de observación, que inexorablemente desemboca en un proceso de análisis en que se toman en cuenta hasta los más pequeños detalles.

Priorizaba las partes frente al todo. Esta capacidad de observación y análisis no se circunscribía al mundo exterior que la rodea, sino que también pondrá en cuestionamiento su posicionamiento interno y sus valores y actuará en consecuencia.

Le gustaba realizar sus tareas con minuciosidad y detallismo, poniendo la máxima atención y concentración en lo que estaba haciendo, cuidando del detalle y asegurándose de realizar sus trabajos con la máxima precisión y exactitud posible.

Rosario de Acuna Album de Julia Asensi

Una mentalidad curiosa y valiente.

A pesar de la época histórica que le tocó vivir, en la que el que las mujeres pintaban más bien poco, poseía una gran seguridad en sí misma. Esto le permitía defender sus ideas y convicciones con vehemencia y sin temor a las críticas o burlas.

Era belicosa y visceral, decía lo que pensaba y sentía, con valor y con un sentido del ridículo prácticamente nulo. No temía enfrentarse a las convenciones sociales y a los poderes establecidos.

A veces, incluso podía mostrarse un tanto inflexible y rígida, manteniéndose firme en sus ideas sin que fuera fácil hacerla cambiar de opinión fácilmente.

Sus letras ligadas nos revelan a una mujer de pensamiento rápido, ocurrente, con una extraordinaria capacidad de lógica.

Su extraordinario sentido crítico le llevaba a evaluar la realidad con el fin de alcanzar la verdad y lograr respuestas que estuvieran fundamentadas en argumentos sólidos, sin dejarse llevar por ninguna otra observación que pudiera considerar interesada por parte de los demás.

Una vez evaluada la realidad, sus acciones se llevaban a cabo con seguridad y convicción, sin mostrar ningún titubeo.

Perseverante e incansable.

Rosario de Acuña destaca por su fortaleza emocional y volitiva. A pesar de la rigidez y el encorsetamiento al que estaba sometida, dada la época en la que la tocó vivir, y más aún siendo una mujer, poseía una gran fuerza de voluntad, valentía y valores firmes, a la hora de exponer y defender sus opinones y criterios.

Era una mujer vital y enérgica, con una gran fortaleza interna y capacidad de automotivación, a la hora de tomar decisiones o emprender acciones.

Era impaciente e irreflexiva, valiente y un tanto arriesgada a la hora de enfrentarse a sus metas u objetivos, y no se detenía demasiado a sopesar las consecuencias de sus decisiones o actos.

La pasión y el entusiasmo que ponía a sus proyectos fomentaban su autoeficacia y su excelente rendimiento.

Presentaba un carácter en esencia autoritario, imperativo y tajante. Era una mujer difícil de doblegar o dominar, un espíritu libre que no se dejaba amedrentar con facilidad.

Era, en definitiva, una mujer impaciente, perseverante e incansable, algo ansiosa incluso cuando algo se le metía en la cabeza y se empeñaba en conseguirlo.

Su tendencia era llevar sus empresas hasta las últimas consecuencias, costara lo que costara, y sorteando con presteza las piedras que se interpusieran en su camino.

Una dama fuerte y orgullosa.

Rosario era una dama de carácter fuerte, segura de sí misma, que difícilmente se dejaba amedrentar por nadie.

En su forma de pensar y de actuar se mostraba íntegra y coherente. Se mostraba y comportaba de igual forma en todos los ámbitos en los que se desenvolvía, demostrando total congruencia entre palabras y actos.

Su escritura clara y legible y el texto ordenado y armónico, entre otros aspectos, nos dan muestra de su honestidad, su estabilidad emocional y de su capacidad para enfrentar situaciones sin perder el control de los impulsos ni los nervios.

Las formas sencillas de su escritura, unidas a la coherencia anteriormente citada, reflejan una autoestima sana.

Tendía a juzgarse a sí misma de forma objetiva, sin compararse con los demás. No obstante, se aprecia en su escritura un punto de orgullo, que se puede identificar positivamente al combinarlo con la autoestima sana antes descrita.

No pisaba a los demás, pero tendía a ponerse por encima de ellos y, en ocasiones, incluso imponerse. Era una mujer de armas tomar, que se hacía ver y notar y dejaba bien marcada su huella, allí por donde pasara.

Pese a que su escritura deja ver una personalidad espontánea, que fluía con soltura y se mostraba con naturalidad, esta espontaneidad se ve limitada por cierto autocontrol que posiblemente utilizara como coraza protectora.

En las relaciones personales podría ser estricta, firme y un tanto fría, con el fin de no dejarse amedrentar ni manipular por otros.

Rosario de Acuña. Autógrafo

Extrovertida y sociable.

La escritura de Rosario presenta claros signos de extroversión y apertura social. No tenía dificultad para relacionarse con los demás y mostrar sus sentimientos, pero de forma deliberada, decidía hacerlo de forma muy comedida.

Conectaba con el mundo exterior y se preocupaba por las relaciones sociales.

Sabía manejar muy bien sus habilidades sociales con una forma correcta y acertada de comunicarse con los demás, pero siempre desde esa apariencia comedida y encorsetada que su época histórica imponía a la mujer.

Su grado de entrega a los demás, y su capacidad para reaccionar ante ciertos estímulos, ya fueran del medio interno o externo, estaba condicionado por el contexto en el que se encontraba.

Presenta rasgos de afectividad que podría estar condicionada dependiendo de si se encontraba en su círculo íntimo y de confianza o, por el contrario, de sí debía mantener distancia o no mostrase de forma afectiva entre personas más lejanas.

Presenta cierta ambición tanto material como personal, con una marcada orientación al logro, y una consecuente proyección personal para lograr las metas y objetivos ambicionados.

Su escritura denota rasgos de personalidad carismática, con cierto encanto personal y talento innato para seducir, persuadir y convencer con actos y palabras.

Sabía hacerse escuchar y generar impacto e influencia en las impresiones, decisiones y actuaciones de otras personas, inspirando confianza de una manera natural, gracias a su facilidad innata para la oratoria y aparente fortaleza de carácter, así como cualidades para el ejercicio del liderazgo y para ser abanderada, como realmente lo fue, en la defensa de las causas que ella consideraba justas.

Madrid, a 5 de mayo de 2023, para conmemorar el primer centenario del fallecimiento de Rosario de Acuña.

Fuentes documentales:

Biblioteca Nacional de España.

Biblioteca virtual Miguel de Cervantes.

Blog Rosario de Acuña.

Real Academia de Historia.

Rosario de Acuña y Villanueva (1850-1923): vigencia de una pensadora. Seminario de Historia local de Pinto.

Documental RTVE. Mujeres en la Historia: Rosario de Acuña

Mujeres en la Historia. Blog de Sandra Ferrer.

 

También puedes ver el video-documental: Grafoturismo por Madrid – Episodio 5 – Rosario de Acuña.

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Rosario de Acuña. Estudio grafológico.
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