Estudio realizado por las alumnas de 1º Grado en Grafología de Centro de Grafología Sandra Cerro (Promoción 2023): Olga Alba, Ana Lozano y Ori Tejidor. Coordinado por Sandra Cerro.

Federico García Lorca es uno de los grandes poetas y dramaturgos españoles, que no sólo ha conseguido dejar huella patente en la Literatura universal, sino que también está considerado uno de los grandes mitos de la Historia de España, gracias a su singular carisma, a la crueldad del momento histórico que le tocó vivir y a estar considerado como el poeta español más leído de todos los tiempos.

En este estudio realizado por estudiantes de Grafología, y basado en los manuscritos de Lorca que se custodian en el Archivo del Centro Federico García Lorca (Granada) y en la Biblioteca Nacional de España, queremos aproximarnos a la auténtica forma de ser de este genio del teatro y la poesía, que se vislumbra entre bambalinas de sus letras.

Biografía breve de Federico García Lorca

Federico García Lorca nació en Fuente Vaqueros (Granada), el 5 de enero de 1898. Siendo niño sentía mayor afinidad por la música que por la literatura.

Su vocación como escritor surgió después de realizar varios viajes por España, mientras estudiaba Filosofía, Letras y Derecho en la universidad de Granada.

En 1919 se marchó a Madrid para continuar sus estudios, y se alojó en la Residencia de estudiantes, donde tuvo oportunidad de conocer a muchos intelectuales de la época. Con algunos de ellos, como Alberti, Buñuel o Juan Ramón Jiménez entabló gran amistad. Pero su relación más estrecha y conocida fue con el pintor Salvador Dalí. Invitado por éste, Lorca viajó a Cadaqués, en 1926, y volvió dos años más tarde.

Estas experiencias compartidas dejarían una profunda huella en ambos genios.

Sigo contento en la Residencia. Ahora los días son de temporal y casi no salgo a Madrid. […] Mi cuarto está bañado por el sol desde que sale hasta que se pone, es amplio y tiene magníficas vistas hacia Madrid. […] El salón de esta casa es magnífico. Allí nos reunimos los residentes por las noches a charlar y a hacer música.

(F. García Lorca, 1920)

En 1929 viajó a nueva York, dejando relato de este viaje en su obra “Poeta en Nueva York”. También viajó a Buenos Aires, donde estrenó con gran éxito “Bodas de sangre”.

Durante la Republica, García Lorca trabajó fervientemente en varios proyectos culturales. Su aportación más importante en esta época sería la organización del teatro universitario » La Barraca».

Adscrito a la denominada como “Generación del 27”, fue el poeta y dramaturgo de mayor influencia y popularidad de la literatura española del siglo XX.

El 19 de agosto de 1936, un mes después de la sublevación militar contra la República, fue detenido y fusilado.

Su temprana muerte, con solo 38 años, dejó un gran vacío en la cultura española, pero también un enorme legado con sus obras, que siguen siendo estudiadas y sirven de inspiración para artistas de todo el mundo.

Algunas de las más importantes son “Doña Rosita, la soltera”, “Yerma”, “Poeta en Nueva York”, “La casa de Bernarda Alba”, “Bodas de Sangre” y “Romancero gitano”.

Estudio grafológico de personalidad

 

Grafologia Federico Garcia Lorca

La escritura de Federico García Lorca está dotada de una fuerte personalidad por sí misma. Se trata de una escritura muy personalizada, con tintes de originalidad y distinción, que identifican a la perfección a una mano autora que sabía desmarcarse, entre otras cualidades, por su mente ingeniosa y brillante.

Destaca en su personalidad una fuerte necesidad de autoafirmación. Era un hombre seguro de sí mismo, muy inteligente, de ideas muy claras y pensamiento bullicioso, con notable habilidad para la improvisación.

A la hora de razonar, sabía equilibrar la lógica y la intuición, y escuchaba con frecuencia el dictado de sus corazonadas.

Era un hombre racional, pragmático y reflexivo a la hora de tomar decisiones; no se dejaba llevar por sus pasiones, y sabía controlar en gran medida sus impulsos y sus sentimientos.     

Las hampas altas de sus letras, entre otros rasgos gráficos, nos hablan de una persona idealista, con alardes imaginativos y grandes dotes creativas. Compensando a éstas, las jambas de sus grafías buscan con avidez el plano de lo instintivo, lo sensual. Así, Federico se movía con presteza y naturalidad entre el cielo y la tierra, entre las tendencias idealistas e inalcanzables y los más profundos deseos de satisfacción de los placeres terrenales.

Encontramos también en él a un líder dominante, con tintes de autoafirmación y cierta altanería.

Lorca era un hombre muy seguro de sí mismo y plenamente consciente de sus fortalezas y de sus debilidades. Su carisma y su don para expresarse con gestos y oratoria le hacían capaz de influenciar, persuadir y seducir de forma positiva a las personas de su entorno.

Era un hombre de mentalidad flexible y abierta. Le gustaba hacerse escuchar y disfrutaba entrando en polémicas, cosa que hacía con vehemencia pues era un hombre de criterios firmes y que tendía a defender sus valores y principios a capa y espada. También podía ser tozudo y cabezota, y difícilmente cambiaba de opinión cuando se le metía una idea fija en la cabeza.

Poseía una buena capacidad de iniciativa, no vacilaba en tomar decisiones, pero tampoco se lanzaba a actuar sin reflexionar de antemano. Actuaba con sensatez y cautela, sin dejarse llevar por el arrebato del primer impulso. Es más, incluso tendía a refrenarse a sí mismo, en ocasiones.

Su energía vital era muy dinámica dinámica. Era un hombre que no paraba, era inquieto y curioso por naturaleza.

Tenía una extraordinaria capacidad de análisis y tendencia a profundizar en los temas, sobre todo en aquellos por los que se sentía motivado, prestando atención hasta a los más mínimos detalles, haciéndose preguntas y cuestionándolo todo.

Las puntas afiladas en sus grafías, el tamaño pequeño, las formas tan sencillas como minuciosas y la precisión en la puntuación denotan una mentalidad que no daba puntada sin hilo, que se fijaba en todo y que no dejaba minucia sin rastrear.

A nivel de comportamiento, se mostraba tal como era, íntegro y coherente, de forma que sus hechos concordaban con sus palabras y pensamientos.

Era un hombre honesto y sincero, que se mostraba tal y como era en todos los ambientes en los que se desenvolvía, con naturalidad y marcando presencia. Resultaba difícil que pasara desapercibido.

Su sensibilidad abrumadora, especialmente visible en la vibración e irregularidad de sus letras, le hacía vulnerable hacia sus propias emociones y esto podía llegar a desestabilizarle con facilidad. Era un hombre extremadamente sensible, que vibraba con todo lo que acontecía a su alrededor, pero que controlaba conscientemente sus emociones y la posibilidad de que éstas pudieran desbordarse.

Era un ser sociable, abierto y poseía habilidad para la comunicación, si bien su sociabilidad se encontraba un tanto condicionada, y solía mostrarse receloso a la hora de entregar y expresar sus afectos.

En círculos sociales mostraba una actitud abierta y comunicativa, aunque limitada precisamente por esa alta emotividad y labilidad, que intentaba a duras penas controlar.

La implicación de Lorca en su trabajo iba de la mano con la pasión con la que vivía especialmente el romance, la intimidad, el dolor y la muerte y, además, con el interés hacia objetivos concretos que le permitiesen verlos materializados. Podría decirse que tenía una dependencia atencional por conseguir sus propósitos por encima de absolutamente todo.

Este breve estudio grafológico no pretende más que aproximar al lector a lo más profundo de la personalidad de Federico García Lorca, a esos rincones que no dejan traslucir sus biografías ni sus escritos, pero que sí, como si de un espejo se tratasen, reflejan sus personales letras.

Centro de Grafología Sandra Cerro, Abril 2023

Aquí puedes ver el Video-documental «Grafoturismo por Madrid» – Episodio 4, dedicado a los estudios grafológicos de García Lorca y Dalí:

Fuentes documentales:

Residencia de estudiantes (Madrid)

Biblioteca Cervantes Virtual

Biblioteca Nacional de España

Archivo y Biblioteca Centro Federico García Lorca (Granada)

Agradecimientos:

Equipo del Archivo y Biblioteca Centro Federico García Lorca (Granada)

Javier Villalón. Biblioteca de la Residencia de Estudiantes.