No son muchos los que, en los tiempos revueltos de crisis económica que vivimos, se atreven a emprender. A los que así lo hacen les consideran locos o, en el mejor de los casos, valientes. En mi opinión, se trata simplemente de tener una actitud basada en la amplitud de miras y en la máxima “querer es poder”.

Me atrevo a compartir en este post algunos consejos para todos aquellos que se han lanzado o se quieren lanzar a emprender en tiempos revueltos. Espero os sirvan para algo, pero recordad siempre que no existe un parto fácil:

 1- Amplia el campo de visión. Hay personas que se empeñan en trabajar o en querer trabajar en aquello para lo que han estudiado; cuando encuentran un trabajo de ese estilo, se apalancan en una empresa y ¡a ir tirando! Los emprendedores, en cambio, no se conforman con “ir tirando”, sino contemplan en horizonte abierto y hacen de él una visión con infinitas posibilidades. Todos tenemos talento para algo, todos podemos hacer algo, y hay miles de “algos” por hacer y por explorar. Así que saca el gran angular de tu objetivo, y atrévete a salir del redil ¡Te vas a sorprender, seguro!

 2- Ten presente que los comienzos son siempre difíciles. No hay que rendirse ante el primer fracaso. Si tienes un objetivo claro, sigue adelante, pensando siempre que vas a conseguir tu meta, y toma los fracasos como lecciones, porque siempre te dan algo que aprender. Aprender de los errores es la mejor forma de aprovechar cada tropiezo.

3- Mucho trabajo, pocos ingresos, pero siempre ilusión. El que piensa que va a empezar a ganar dinero nada más empezar lo lleva claro. Al principio, hay que trabajar mucho sin ver contraprestación real ni justa por ese trabajo, pero siempre hay que sembrar y esperar antes de recoger la cosecha. La paciencia, regada con ilusión sostenida, siempre da fruto en el momento adecuado.

4- Rodéate de otros emprendedores como tú. Lo peor que puede hacer un pequeño empresario es estar solo. Una de las mejores formas de apoyar y difundir tu negocio es rodeándote de otros emprendedores, que estén igual que tú. Ampliar la red de contactos es fundamental, y las colaboraciones, aprovechando el tirón de las redes sociales, puede ser un buen comienzo para empezar a rodar y que te vayan conociendo.

5- De profesión: Multitarea. Si eres emprendedor y el presupuesto para tu negocio está ajustado, además de director o gerente de tu empresa tienes que ser también comercial, administrativo, publicista, diseñador gráfico, webmaster, community manager, en definitiva, un hombre orquesta, hasta que tu negocio vaya creciendo y puedas empezar a delegar funciones. La gestión inicial en modo multitarea es una experiencia muy dura, pero enseña mucho, y te hace comprobar la cantidad de recursos personales que tienes, y todas las cosas que eres capaz de hacer.

6- El “marketing de guerrilla” no daña mucho el bolsillo. Si no tienes mucho dinero para publicidad, puedes utilizar algunas técnicas de marketing gratuitas o poco costosas, como las redes sociales –sobre todo Linkedin-, diseños de cartelería, folletos o flyers, que con un poco de maña y tiempo te puedes hacer tú mismo. También puedes distribuir pequeños obsequios con tu logo (camisetas, llaveros, chapas, etc)

7- La mejor carta de presentación: dinamizar tu web o blog. El currículo ha pasado a la historia. Ahora la mejor carta de presentación es una buena web o un blog, donde puedes incluir contenidos acerca de lo que haces y de cómo lo haces, a modo de escaparate visible a todos. Publicar posts de forma habitual, incluir el link a tu web en otras webs, distribuir enlaces a tu web en redes sociales o contactos, son formas gratuitas de posicionar tu página en los mejores buscadores. Eso sí, requiere de una labor concienzuda y muy constante, si quieres mantenerte en los mejores puestos.

8- El que regala, bien vende, si el que recibe lo entiende. Este dicho popular es una gran verdad. Ser generoso, trabajar, regalar algo o realizar alguna colaboración de forma gratuita, puede que no genere beneficios inmediatos, pero a la larga sí los dará seguro. Dar a conocer tu trabajo de una forma altruista provoca, no sólo que los demás lo conozcan, sino que descubran que trabajas por pasión y no por intereses económicos, que tu trabajo te gusta y que lo vas a hacer bien en cualquier circunstancia. Esa impresión vale mucho más que cualquier contraprestación en metálico.

9- Sin vacaciones, pero ¡sin jefe!. Si acabas de emprender tu negocio ya te puedes ir olvidando de los fines de semana completos y de las vacaciones. Una de las grandes desventajas del emprendedor autónomo es que hace de su pasión, su trabajo, y de su trabajo, su vida. El hecho de autogestionar tu propio tiempo tiene lado buen y lado malo, porque las horas extras te las impones tú mismo, y además no tienes dinero al principio para poder darte unas merecidas vacaciones. La ventaja: ¡Vivir sin jefe es la mejor experiencia del mundo!

10- Si lo crees, lo creas. Pese a los momentos de bajón y desaliento que siempre son inevitables en los comienzos, nunca abandones el pensamiento de que si crees en algo firmemente, acabarás creándolo. Es más, cuando estés en pleno proceso de tu proyecto, imagínalo como si ya lo hubieses conseguido; incluso dilo en voz alta, grítalo… ¡Siempre funciona! El trabajo, la perseverancia, la paciencia, la valentía y no apartar nunca la vista del objetivo, son los ingredientes necesarios para que los sueños se cumplan.

Sandra Cerro

Grafóloga y perito calígrafo. Emprendedora en tiempos revueltos

sandracerro.com

 

Centro de Grafología Sandra Cerro

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