En este artículo y video, vamos a ver las diferencias entre las personalidades tipo «seta» y tipo «liebre», en sus rasgos psicológicos y grafológicos, es decir, vamos a estudiar los estilos dinámico y pasivo de temperamento y voluntad. También evaluaremos los efectos de una mala ubicación persona-puesto, dentro de una empresa, de este tipo de personalidades. Este punto es importantísimo a la hora de gestionar el talento dentro de las empresas o en los procesos de selección y gestión de RRHH.

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La personalidad tipo liebre

Las personas dinámicas y enérgicas, inquietas como liebres, son capaces de trabajar con un ritmo de actividad ágil, de forma sostenida, realizando múltiples tareas e incrementando el rendimiento haciendo más en menos tiempo. Por el contrario, las personas tranquilas, pasivas, tipo seta, prefieren el acomodo de la rutina y disponer del tiempo que necesiten, sin prisas ni cambios, para ejecutar sus tareas. A través de grafología, podemos distinguir estos dos tipos de personalidades ya que sus diferencias de escritura son muy singulares.

liebreLas personalidades tipo liebre no pueden parar quietas, prefieren las profesiones activas, que estén constantemente sujetas a cambios y la diversidad de funciones. Ni que decir tiene que huyen de la rutina y la monotonía como alma que lleva el diablo.

En el ámbito profesional, las personas tipo liebre dinamizan la actividad actuando con determinación, seguridad y entusiasmo, poniendo toda la energía posible en alcanzar objetivos retadores o actuaciones que conlleven compromiso y dedicación. Mantienen además un nivel de desempeño alto en todas y cada una de las situaciones, con capacidad de adaptación a situaciones e interlocutores cambiantes, y tienen buena resistencia a la presión y al estrés.

Las personas dinámicas, por lo general, son muy resolutivas. Estas personas aúnan inteligencia con actividad, y tienen capacidad para proporcionar respuestas rápidas ante imprevistos, y emprender con seguridad y eficacia acciones y proyectos.

La escritura de las personas dinámicas y enérgicas va a destacar por todos los rasgos gráficos que reflejen dinamismo en la ejecución del escrito. Será, en todo caso, una escritura ágil y vibrante, proyectada a la derecha en todos los sentido: inclinación a la derecha, vibrante, cohesión ligada o agrupada entre letras, con continuidad progresiva, espontánea y extendida, con puntuación adelantada. Estas escrituras con movimiento implican un temperamento nervioso, activo, amante de los cambios y de los retos.

La personalidad tipo seta

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La personalidad tipo seta, por el contrario, manifiesta preferencia por las tareas rutinarias, que no exigen demasiados cambios, ni mucho menos imprevistos o riesgos sorpresivos. Las setas prefieren el trabajo sedentario, monótono, con funciones claras y bien definidas, de modo que lleguen cada día a su puesto de trabajo y sepan exactamente qué es lo que hay que hacer en la jornada, sin mayor presión ni variaciones en el plan del día. Por lo general, son personas poco resolutivas, a veces incluso inseguras, que se sienten más cómodas si su trabajo es supervisado por otros y que rara vez toman la iniciativa en algo.

La escritura de las personas seta se caracteriza por la regularidad y la falta de vibración y agilidad. Son escrituras de velocidad pausada, con grafías muy iguales, sin grandes cambios en el trazado de las letras. La inclinación suele ser invertida o vertical rígida, y todo lo que restan en agilidad lo tienen ganado, con carácter general, en la buena ejecución de las grafías y la precisión de la puntuación en el escrito. En sus trabajos predomina la calidad frente a la cantidad, y pueden rendir muy bien en su trabajo, pero necesitarán más tiempo y tranquilidad.

Ajuste persona-puesto

¿Qué puede pasar si ubicamos a una persona tipo liebre en un puesto adecuado para una seta? Pues, ¡está muy claro! Se desmotivará, se aburrirá, sentirá que está trabajando muy por debajo de sus aptitudes y competencias y, por lo tanto, querrá dejar el puesto lo antes posible para aventurarse en otro más acorde con sus capacidades y personalidad. Por el contrario, ¿qué pasará si ubicamos a una personalidad seta en un puesto de liebre? En este caso veremos aparecer la ansiedad, el agobio y la inseguridad. A las personas tipo seta no les gustan ni el dinamismo ni los cambios sorpresivos; si los encuentran van a entrar en pánico y sufrirán de angustia, así que posiblemente, esa persona mal ubicada tendría que cogerse una baja por ansiedad y abandonar el puesto.

Para saber más sobre los ajustes persona-puesto puedes leer también este artículo del Blog: «Llegar en una calabaza al baile de palacio»

Sandra Mª Cerro –Grafóloga y Perito calígrafo

sandracerro.com

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