En las últimas semanas, se ha abierto un debate sobre la decisión del sistema educativo finlandés de desterrar la escritura cursiva a favor de la escritura de imprenta y la mecanográfica a ordenador. Finlandia siempre ha constituido un modelo a seguir en cuanto a Educación, pero eso no significa que con esta decisión no vayan a meter la pata hasta lo más profundo del hoyo. Muchos se preguntan por qué. Pues bien, hay muchas razones por las que es mucho más beneficioso escribir en cursiva que en tablet o en letra “de palo”, de imprenta o en mayúsculas. No se trata de oponerse al cambio o de aferrarse a la tradición, como aluden algunos expertos a favor de esta medida, se trata de la salud de nuestro cerebro y, en este caso, de la salud del cerebro de los niños escolares que comienzan a escribir.

En un debate abierto con mis alumnos de 2º Grado en Grafología, comentamos en clase cuáles son las habilidades cerebrales que efectivamente se desarrollan ejercitando la escritura cursiva. Son éstas, que no excluyen a otras tantas.

La escritura cursiva favorece la constancia

El hecho de escribir seguido, fluido, con letras ligadas o enlazadas, y sin levantar el útil al trazar cada letra, es ya de por sí un acto de continuidad. Esa continuidad está implicando constancia, perseverancia, capacidad para mantener el hilo de los pensamientos y, por tanto, asociación de ideas y capacidad para enlazar unas tareas o pensamientos con otros, habilidades de razonamiento lógico y, con todo ello, un trabajo extraordinario de agilidad mental y dinamismo neuronal.

En una entrevista para el diario ABC, Minna Harmanen, responsable del Instituto Nacional de Educación finlandés, afirma de forma casi contundente que la escritura de imprenta es más rápida. Esa afirmación es del todo incorrecta y, sobre todo, muy fácil de comprobar con tan sólo tomar un bolígrafo y ponerse a escribir imitando la escritura “tipo libro”. Esta escritura desliga las letras, lo que implica que al trazar cada grafía hay que pararse antes de comenzar la siguiente. Esto ralentiza el movimiento escritural y, por tanto, también la agilidad mental y la capacidad para asociar unas ideas con otras de forma fluida y continua, sin necesidad de pararse a reflexionar.

La escritura de imprenta es más lenta, más elaborada, e invita a la reflexión, al pensamiento pausado, y a la precisión, pero en detrimento de la agilidad mental y el razonamiento lógico.

La cursiva mejora las relaciones afectivas

El acto de ligar las letras entre sí, en la escritura cursiva, también favorece la continuidad en nuestras relaciones afectivas y sociales. El hecho de ligar unas letras con otras implica asociación, unión, fraternidad, o, lo que es lo mismo, capacidad para relacionarnos social y afectivamente con los demás. Unir una letra con la siguiente implica tender la mano, saber que hay alguien a nuestra derecha, en el papel, con quien podemos compartir, comunicar, y proyectarnos a nivel social y afectivo. La escritura cursiva o ligada implica sociabilidad, habilidad para el trabajo en equipo, actitud positiva y proactiva hacia el compañerismo y la solidaridad, implica proyección del sí mismo hacia los demás y, con ello, afectividad. Si hacemos que los niños aprendan escritura desligada les estaremos haciendo más autónomos, sí, pero también más independientes, solitarios y, en gran manera, más insociables y egoístas.

Escribir en cursiva favorece la capacidad de lógica y la memoria

Una función muy importante de nuestro cerebro es la que realiza el Sistema de Activación Reticular (SAR), que también estaremos condicionando, y mucho, si dejamos de practicar la escritura cursiva. En el acto de escribir, entran en íntima coordinación los ojos, la mano y el SAR de nuestro cerebro. Cuando escribimos una idea a mano sobre el papel, nuestro cerebro entiende que estamos dando prioridad a esa idea sobre otras de las muchas que también andan circulando por él, y activa el SAR. El Sistema de Activación Reticular filtra la información que nos llega de fuentes externas, se centra en el detalle de lo más importante y lo separa de lo que no lo es tanto; así filtrará como prioritaria esa idea que estamos escribiendo. Esto, no sólo favorece la inteligencia, la atención, la capacidad de estudio y la memoria, sino que también nos focaliza hacia la consecución o cumplimiento de esa idea. Por esta razón es tan importante escribir nuestros proyectos y nuestros objetivos a mano sobre un papel. Esta función no se activa cuando escribimos a ordenador.

La escritura cursiva es espontánea

La escritura cursiva es espontánea, libre, no tiene límites, ya que nuestras ideas pueden proyectarse y fluir sobre el papel a medida que surgen. Si coartamos esa espontaneidad y fluidez, obligando a realizar una parada y levantamiento de útil al trazar cada letra, estaremos también coartando la espontaneidad, la libertad expresiva y con ella la creatividad; en definitiva, estaremos cortando alas…

Conclusiones

Seguramente serán muchas más las habilidades de las que los finlandeses estarán privando a sus niños con estas medidas educativas. Sin ánimo de polemizar, este estudio se ha realizado con ánimo de dejar claras algunas de las ventajas del acto de escribir y, sobre todo, de escribir con la letra tradicional cursiva, la de los cuadernillos, esa que obliga a los niños a mantener el trazo continuo y ligado y que, muchas veces sin saberlo, hace a los niños creativos, sociales y maduros y libres.

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Sandra Mª Cerro – Grafóloga y Perito calígrafo,

y alumnos de 2º Grado en Grafología 2014-15 (Juan, Víctor, Paloma, María, Sara, Laura, Lola, Encarni, Juan Luis, Puy, Garazi, Raquel y Beatriz), Centro de Grafología Sandra Cerro

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