Un aspecto muy importante a tener en cuenta, a la hora de realizar una presentación o conferencia, es la intención de mostrar y transmitir contenidos interesantes, y además hacerlo de una forma lo más amena posible para el público asistente. Una conferencia puede ser muy buena y su contenido apasionante, pero si no va a acompañada de una buena presentación, el ponente corre el riesgo de aburrir, e incluso dormir al personal. Para evitar esto se puede recurrir a una serie de sencillos trucos que, según mi propia experiencia como ponente y como público, pueden ser útiles para atraer y retener la atención en una conferencia, sea del tipo que sea:

Concisión: lo bueno, si breve, dos veces bueno

Ya se sabe. Un power point o una presentación del tipo que sea no es un relato de contenidos, sino un acompañamiento a la exposición oral de la que ha de encargarse el ponente.

Tener que leer un texto inmenso en pantalla no solo cansa sino también aburre al público, y además corre el riesgo de perderse algo porque mientras lee, no puede prestar total atención a lo que el ponente está diciendo. Por eso, siempre es recomendable la utilización de frases concisas, incluso palabras únicas, contenidos concretos y breves o esquemas que den pie a una exposición extensa por parte del conferenciante.

Sencillez

Cuanto menor bulto, más claridad. Los avances tecnológicos han introducido modas de presentaciones interactivas, con efectos en 3D e impactos de textos e imagen en movimiento. Para mi gusto, o este tipo de presentación está muy cuidada o puede correr el riesgo de marear al público con tanto ir y venir. Personalmente abogo por la sencillez, donde el peso de la presentación recaiga al 80% en el discurso oral del ponente, y el 20 % restante en la pantalla expositiva clara, completa pero a la vez sencilla.

Tipografía y color

De entre la inmensa gama de tipografías digitales hay algunas más amables que otras. La elección del tipo de letra va a depender siempre del mensaje que queramos transmitir o del tema de nuestra exposición, y también de nuestra siempre agradecida intención de no dañar la vista a los asistentes. Para esto, comentar que las tipografías sin remates (sans serif) son siempre más adecuadas para textos que se van a visualizar en pantalla.

Los colores también son importantes. El rojo, por ejemplo, es un color que “grita”, y es mejor evitarlo. Asimismo, los colores apagados rebajan el impacto visual, y tampoco son recomendables. Tampoco es adecuado abusar de las mayúsculas. Para mi gusto, las tipografías más agradables para textos en pantalla son, por ejemplo, Arial, Trebuchet y Tahoma, resaltando títulos en negrita o con ligero aumento de tamaño.

Imágenes

Acompañar los textos con imágenes llamativas y adecuadas, no solo relaja la vista, sino también ayuda a fijar y memorizar mejor los contenidos de la diapositiva, ya que la mayoría de nosotros tendemos a asociar textos con imágenes. Además, visualmente, una diapositiva con imágenes siempre resulta más impactante.

Elementos de ruptura o factores sorpresa

Introducir un debate, un ejemplo práctico o un vídeo que inviten a la participación de los espectadores son buenos elementos de ruptura, ya que producen un efecto sorpresivo, que provoca en el espectador un cambio de chip en su proceso de atención y lo renueva. Sólo hay que tener un poquito de cuidado con el humor, porque algunas “chispas” o chistes del conferenciante pueden no coincidir del todo con el sentido del humor de sus oyentes, y provocar el efecto contrario.

 

Sandra Mª Cerro – Grafóloga y Perito calígrafo

sandracerro.com

¿Te gustaría aprender grafología?

Conoce todos nuestros cursos